CAP 25
Cuando Meagan fue a buscarlas
para que regresaran a la sala, a ____ no le quedaban uñas y la adrenalina de
Soraya había alcanzado niveles altísimos.
Inmediatamente, ____ buscó a Tom
con la mirada y lo que vio la alarmó. Tenía los hombros hundidos y la espalda
encorvada. La cabeza inclinada sobre el pecho y las manos muy apretadas.
Lo miró fijamente, esperando
que él le devolviera la mirada, pero no lo hizo.
El profesor Martin estaba
sentado a su lado, con los brazos cruzados sobre el pecho. No parecía nada
contento.
—Señorita Mitchell —dijo el
doctor Aras—, permítame que vaya al grano. En vista de lo declarado por el
profesor Kaulitz, puede retirarse. Informaremos a la oficina de registro de que
su calificación es correcta y no debe modificarse.
____ abrió la boca,
sorprendida.
—Haremos todo lo que esté en
nuestra mano para asegurarnos de que nadie vuelva a acosarla. —Mirando hacia Tom,
añadió—: Si el profesor Kaulitz la molesta de alguna manera o si tiene dudas
sobre las consecuencias de su relación con él, por favor, póngase en contacto
con el profesor Martin inmediatamente.
»Está en su derecho de
presentar una demanda contra el profesor Kaulitz si lo desea, pero deberá
hacerlo antes de sesenta días desde el momento en que entregue el trabajo de
final de programa. —Señalando a Soraya con la cabeza, añadió—: Estoy seguro de
que su abogada le detallará los particulares de la normativa sobre demandas por
acoso. Sé que usted ha presentado una demanda contra la señorita Peterson, pero
esperamos que ambas las retiren, teniendo en cuenta el resultado de esta vista.
Es libre de marcharse cuando quiera.
—Gracias, doctor Aras —dijo
Soraya, sonriéndole ampliamente a la profesora Chakravartty, mientras aquél
recogía sus papeles.
—No soy ninguna víctima —dijo ____,
testaruda.
—¿Perdón? —El doctor Aras la
miró por encima de las gafas.
—He dicho que no soy ninguna
víctima; que nuestra relación es consentida. —Se volvió hacia Tom—. ¿Qué está
pasando?
Él mantuvo la mirada fija en el
suelo.
—Señorita Mitchell, este comité
se ha asegurado de que el profesor Kaulitz tuviera la oportunidad de declarar
—le dijo el profesor Mwangi amablemente—. Basándonos en sus palabras, lo consideramos
responsable de sus actos. Y nos comprometemos a ocuparnos de su bienestar.
—Mi bienestar va directamente
ligado al suyo. Si van a castigarlo, castíguenme a mí también —replicó ella,
dando un paso hacia la mesa.
Levantando la cabeza de golpe, Tom
le dirigió una mirada furiosa.
—Señorita Mitchell, la
universidad tiene el deber de proteger a sus estudiantes de ser acosados por
sus superiores. Por favor, déjenos hacer nuestro trabajo. —El tono de la
profesora Chakravartty era comprensivo.
—Estamos en esto juntos. Si él
es culpable, yo también.
—No necesariamente.
—Entonces, díganme lo que ha
dicho. Denme la oportunidad de responder.
____ miró con desesperación a
los miembros del comité, con la esperanza de que alguno de ellos se ablandara.
—El profesor Kaulitz ha admitido haber mantenido una relación
inadecuada con usted mientras era su alumna. La profesora Picton ha confirmado
que calificó su trabajo y que supervisó su proyecto de tesis. Así que estamos
dispuestos a ser indulgentes con usted. A menos que insista en lo contrario.
—¡Por supuesto
que insisto! Quiero que lo dejen en paz.
Los miembros
del comité negaron con la cabeza.
—¿Por qué
creen lo que dice él y no me creen a mí? Yo soy la alumna. Mi testimonio
debería tener más peso. Él no hizo nada malo. Tienen que creerme. —____ estaba
al borde de las lágrimas.
—Señorita
Harandi, controle a su clienta —dijo el doctor Aras elevando la voz, irritado.
—¡Por favor!
—suplicó ____, acercándose aún más a ellos—. Tienen que creerme. Déjenlo en
paz.
—Les
presentaremos un acuerdo de confidencialidad para que lo firmen todas las
partes implicadas, tanto para su protección como para respetar la integridad de
este procedimiento. Repito, para cualquier otro problema, diríjase al profesor
Martin. —Y le hizo un gesto a Soraya con la cabeza.
—Vamos, ____.
—La abogada le tiró del brazo, pero fue en vano—. Vámonos antes de que cambien
de idea.
—Tom, ¿qué ha
pasado? —____ dio un paso hacia él, pero la punta de la bota se le enganchó en
la alfombra y se cayó de rodillas.
Cuando él
levantó la cabeza, sus miradas por fin se cruzaron. ____ ahogó una exclamación
al ver sus ojos tan fríos y carentes de expresión.
Tom volvió a
agachar la cabeza.
En un
instante, el fuego que corría por las venas de ella se transformó en hielo.
CAP 26
«Algo huele a podrido en
Dinamarca.» Soraya se apoyó en el lavabo del servicio de señoras mientras su
clienta lloraba sentada en una silla. Sacó la BlackBerry de la cartera y revisó
los correos recibidos antes de volver a guardar el aparato.
—Conozco a Pablo. Si de él
hubiera dependido, Tom no habría abierto la boca. Le habría puesto una demanda
a la universidad y habría tratado de demostrar que todo había sido culpa tuya. Nunca
habría aceptado este resultado. —Miró a su clienta con severidad—. ¿Sabes si
hay algo? ¿Algún secreto que Tom no quiere que salga a la luz? ¿Algo
extremadamente dañino para su imagen?
____ negó con vehemencia. Había
consumido drogas, pero eso quedaba en el pasado, igual que su promiscuidad y su
experiencia con la profesora Singer. Por supuesto, estaba la insignificante
cuestión de los grabados de Botticelli comprados en el mercado negro, pero a
ella no se le ocurriría contarle esa información a nadie y menos aún a Soraya.
—¿Estás segura? —insistió la
abogada, con los ojos entornados.
—No hay ningún secreto. —____
sorbió por la nariz y se sonó con un pañuelo de papel.
Soraya se apartó la melena
oscura por encima del hombro.
—En ese caso, debe de ocultarte
algo a ti también. No puedo imaginar qué podría ser más negativo para su imagen
que una relación inadecuada con una alumna. Pensaba que no os habíais acostado
hasta el final del semestre.
—Y así es.
—Entonces, ¿por qué les ha
dicho que estabais juntos mientras aún eras su alumna?
—¿Crees que lo despedirán?
—No. —Soraya soltó el aire con
fuerza—. Kaulitz tiene plaza fija y el catedrático lo apoya. Se notaba en su
lenguaje corporal. Aunque David Aras es un cabrón pretencioso. ¿Quién sabe lo que
pasa por su cabeza?
—¿No crees que Tom haya mentido
para protegerme?
La abogada reprimió una sonrisa
condescendiente. No hubiera sido adecuado sonreír en ese momento.
—Los seres humanos somos
egoístas. Se estaba protegiendo a sí mismo. O bien trataba de ocultar algún
secreto que no quería que saliera a la luz o bien ha intercambiado la confesión
por clemencia. Tom se ha rebelado contra Pablo y se ha negado a que éste lo
defendiera de los cargos. De no ser así, aún estaríamos sentadas en esa sala.
____ se acercó al lavabo y se
lavó las manos y la cara, tratando de ponerse un poco presentable.
Soraya la miró negando con la
cabeza.
—No quiero ser cruel pero,
francamente, no creo que se merezca tus lágrimas.
—¿A qué te refieres?
—Estoy segura de que has sido
una distracción excitante, un contraste interesante con sus otras mujeres.
Supongo que te habrá dicho cosas bonitas para que te acostaras con él y
mantuvieras la boca cerrada. Pero no puedes fiarte de hombres como ése. Nunca
cambian. —Al ver la expresión horrorizada de ____, siguió hablando—: No pensaba
decírtelo, pero una amiga mía se enrolló con él un par de veces. Se conocieron
en una discoteca hará un año y acabaron follando en el
lavabo.
»Un día, el
otoño pasado, la llamó por teléfono y volvieron a enrollarse, pero después no
volvió a llamarla nunca más. Fue como si hubiera desaparecido del mapa. —Soraya
la miró fijamente—. ¿Por qué ibas a querer estar con alguien así? Probablemente
se haya estado tirando a otras mujeres a tus espaldas mientras estaba contigo.
—No lo
conoces. No lo juzgues —lo defendió ella, en voz baja pero agresiva.
La abogada se
encogió de hombros y buscó el pintalabios en el bolso.
____ cerró los
ojos y respiró hondo, tratando de procesar la nueva información.
«Tom y yo
empezamos a vernos en otoño. ¿Se estaba acostando con otras mujeres mientras me
enviaba flores y correos electrónicos? ¿Me mintió sobre Paulina?»
No sabía qué
creer. El corazón le decía que lo creyera a él, pero no podía negar que Soraya
había plantado la semilla de la duda en su mente.
Salieron al
pasillo y, al acercarse a la escalera, se encontraron con Pablo y Tom. Ninguno
de los dos parecía contento.
—¡Tom! —llamó ____.
Pablo le
dirigió una mirada hostil.
—Larguémonos
de aquí, Tom. No pueden verte con ella.
_____ lo miró.
Los ojos de él ya no reflejaban disgusto ni rechazo, pero sí ansiedad.
—¿No has
causado ya bastante daño? —le espetó Pablo, cuando ella dio un paso inseguro en
dirección a ellos.
—No le hables
así. —Tom se interpuso entre los dos, protegiéndola con su cuerpo, aunque sin
mirarla a la cara.
—David y sus
secuaces están a punto de salir por esa puerta —los interrumpió Soraya—. Y yo
preferiría estar lejos de aquí cuando lo hagan. Así que si tenéis que deciros
algo, que sea rápido.
—Por encima de
mi cadáver —protestó Pablo—. Las cosas ya se han complicado bastante.
Larguémonos.
Con una mirada
de advertencia a su abogado, Tom se volvió hacia ____.
—¿Qué pasa?
¿Por qué les has dicho que nuestra relación fue inadecuada? —preguntó ella,
mirando sus ojos oscuros y atormentados.
—«No eras
consciente de tu aflicción» —le susurró Tom al oído, inclinándose hacia ella.
—¿Qué se
supone que quiere decir eso?
—Se supone que
acaba de salvarte el culo, ¡eso quiere decir! —los interrumpió Pablo,
señalándola con un dedo y mirándola con desprecio—. ¿Y se puede saber qué
tratabas de hacer vomitando sentimientos durante toda la vista? Sabía que eras
inocente, pero no me imaginaba que además fueras estúpida.
—Pablo, aparta
ese dedo de la cara de la señorita Mitchell o te lo arrancaré de la mano. —La
voz de Tom, apenas un susurro, era tan amenazadora que provocaba escalofríos—.
Nunca te dirijas a ella en ese tono. ¿Está claro?
El abogado
cerró la boca.
Soraya
aprovechó la oportunidad para atacarlo.
—Mi clienta
está mejor lejos de cualquiera de los dos. No finjas que no pensabas acusarla
de todo para salvar a tu cliente, maldito cobarde.
Pablo maldijo
entre dientes, pero no se defendió.
____ miró a Tom
a los ojos, pero él había vuelto a colocarse la máscara de indiferencia.
—¿Por qué ha
dicho el doctor Aras que iban a protegerme de ti?
—Tenemos que
irnos. Ya. —Pablo trató de llevarse de allí a Tom al oír ruido
cerca de la puerta de la sala.
—¿Te han
despedido? —preguntó _____ con voz temblorosa.
Dirigiéndole
una mirada afligida, él negó con la cabeza.
—Buen trabajo,
Pablo. Seguro que estás muy orgulloso de ti mismo —se burló la abogada—. ¿Has
tenido que venderle tu alma a David? ¿O sólo tu cuerpo?
—Chúpamela,
Soraya.
—Entonces,
¿conservas el trabajo pero no puedes hablar conmigo? ¿Y qué me dices de anoche,
Tom? —____ alargó una mano temblorosa para acariciarlo, pero él se apartó de su
alcance, negando con la cabeza y mirando de reojo a Pablo y Soraya.
»Me prometiste
que nunca me follarías, pero ¿qué fue lo de anoche? Ni una palabra, ni un «te
quiero», ni una nota antes de marcharte. ¿Era eso? ¿Un polvo de despedida? —El
susurro de ella se convirtió en un sollozo—. ¿Quién es el follaángeles ahora?
Tom hizo una
mueca de dolor.
Fue algo más
que una mueca. Fue como si acabara de recibir un puñetazo. Cerró los ojos y
gimió débilmente, mientras se apoyaba en los talones y apretaba mucho los
puños.
Todos vieron
como palidecía de golpe.
—Eso me ha
dolido, ______—murmuró.
—¿Conservas el
trabajo a cambio de no hablar conmigo? ¿Cómo has podido acceder a eso? —gritó
ella.
Él abrió los
ojos, que le brillaban como dos zafiros.
—¿Me crees
capaz de presentarme en tu casa, echarte un polvo y dejarte sin decirte adiós?
Tom estaba
apretando los puños con tanta fuerza que le temblaban.
—¿Me estabas
dejando? —_____ volvió a sollozar.
Él le dirigió
una mirada intensa como un rayo láser, como si estuviera tratando de
comunicarse con ella sin palabras. Inclinándose hacia adelante hasta que sus
narices estuvieron casi juntas, susurró:
—No te follé.
Nunca te he follado. —Y apartándose un poco, continuó—: Estabas a punto de
tirar tu futuro por la borda. Tantos años de duro trabajo, tantos
sacrificios... Iban a arrebatártelo todo y no habrías podido recuperarlo. No
iba a quedarme de brazos cruzados viendo cómo te suicidabas académicamente. Te
dije que bajaría a los infiernos a rescatarte si hacía falta y eso es lo que
acabo de hacer. —Alzando la barbilla, añadió—: Y volvería a hacerlo.
_____ dio un
paso hacia él y le clavó un dedo en el pecho.
—¿Quién te da
derecho a decidir por mí? Es mi vida y son mis sueños. Si yo quiero renunciar a
ellos, ¿quién demonios eres tú para impedírmelo? Se suponía que me amabas, Tom.
Se suponía que tenías que ayudarme a caminar por mí misma. Y en vez de eso,
llegas a un acuerdo con ellos. Tu trabajo a cambio de nuestra relación.
—¿Queréis
acabar de una vez? —los interrumpió Soraya—. El doctor Aras está a punto de
salir. Vámonos, _____. Ahora mismo.
Mientras tiraba
del codo de su clienta, Pablo se interponía entre los amantes.
—¿Eso es todo?
¿Te dicen que tienes que dejarme y me dejas? ¿Desde cuándo sigues las normas
establecidas, Tom? —le echó en cara ____, furiosa.
La expresión
de la cara de él cambió inmediatamente.
—No he tenido
elección, Eloísa. Las circunstancias nos han superado.
—Pensaba que
mi nombre era Beatriz. Pero claro, Abelardo abandonó a Eloísa para no perder su
trabajo, así que supongo que el nuevo apodo es más adecuado —le espetó ella,
mientras se apartaba un poco.
En ese momento, el profesor Martin salió al pasillo.
Frunciendo el cejo, se acercó a ellos.
Bajando aún
más la voz, Tom dijo:
—Lee mi sexta
carta. Párrafo cuarto.
____ negó con
la cabeza.
—Ya no soy tu
alumna, profesor. Ya no puedes ponerme deberes.
Soraya se la
llevó casi a rastras. Y luego, ambas mujeres bajaron la escalera a la carrera,
mientras los miembros del comité salían al pasillo.
hola!!! Bueno .. desde aqui empieza el sufrimiento de ____ y Tom o mejor dicho de Julia y Gabriel :(( lo se ... lloren conmigo ... espero que tengan pañuelitos para secarse los moquillos jajajja ... ok no ... yo y mis loqueras ... ok olaya ... ya te agrege ... aqui son las 11:42 de la noche y tu ya muy dormida ... y yo despierta ... mañana te hablo ok??.
Bueno sin mas que decir me despido .... hasta pronto :))
Ay noo pero y si cuamdo la rayita de va a esa universidad ahi si podran estar juntos noo?? Noo??
ResponderBorrarAy Virgi dii llorareee yo q lloro por todo peor sera estoo..
Siguelaaa :/
Dios... he llorado y todo... jope que triste me ha puesto... no se ni que comentar me he quedado sin palabras... pobre ________ me imagino lo mal que lo ha de estar pasando, que si, tom lo ha hecho por su bien, pero no es justo...
ResponderBorrarSigueeee
Subeeeee
ResponderBorrarYa estan los 4 comentarios, sube por favor jajajaja
ResponderBorrarwoo que cap casi me hace llorar......execelente cap *.* me encanta espero que puedas subir mas seguido :D
ResponderBorrar:O:O no puedo creerlo Tom prefirió perderla a ella q su trabajo?? :O y cuando ella le toque irse a la universidad de Harvard no podrán estar juntos??? no puede ser esto es una injusticia, ahora si q los dos sufrirán mucho no estando juntos :( y creo q (Tn) rechazara a Tom x la decision q tomo con respecto a su relación, prefirió echarse la culpa el solo para no perjudicar a (Tn) no se q pensar :S quede muy intrigada y triste :( espero el proximo :(
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