CAP 29
Paul y ____ estaban sentados en
un café retro de la calle Queen. Hablaron de cosas intrascendentes hasta que el
camarero les preguntó qué querían y luego cayeron en un silencio incómodo.
Paul fue el primero en
romperlo.
—¿Cómo estás? —le preguntó
¿Cómo responder a esa pregunta?
No podía contarle que, aparte de destrozada por la pérdida de Tom, había estado
disgustada por la pérdida de todo lo que él representaba: el amor adolescente,
la virginidad, el descubrimiento de lo que había creído que era un amor
profundo y recíproco...
Cada vez que se acordaba de la
primera vez que le había hecho el amor, los ojos se le llenaban de lágrimas.
Nadie la había tratado con tanta amabilidad ni le había prestado tanta
atención. Había estado tan preocupado por no hacerle daño, asegurándose de que
estuviera relajada. Le había repetido una y otra vez que la amaba mientras se
movía en su interior, cada vez más cerca del orgasmo. El primer orgasmo que iba
a tener con ella, por ella...
«Tom me miraba fijamente,
moviéndose dentro de mí, diciéndome que me amaba y demostrándomelo con su
cuerpo. Creo que en ese momento me amaba. Lo que no sé es cuándo dejó de
hacerlo. O mejor dicho, cuándo decidió que amaba su trabajo más que a mí.»
Paul se aclaró la garganta,
medio en broma, medio en serio, para llamar su atención y ____ le pidió
disculpas con una sonrisa.
—Bueno, me siento enfadada y
disgustada, pero trato de no pensar demasiado en lo que ha pasado. Voy
trabajando en el proyecto, pero cuesta escribir sobre el amor y la amistad
cuando has perdido ambas cosas. —Suspiró—. Todo el mundo en la universidad debe
de pensar que soy una puta.
Paul se inclinó hacia ella
desde el otro lado de la mesa.
—¡Eh, no eres ninguna puta! Y
si alguien lo dice en mi presencia, se llevará un buen puñetazo.
Jugueteando con el pañuelo
bordado que tenía en el regazo, ____ guardó silencio.
—Te enamoraste de la persona
equivocada y él se aprovechó de ti, eso es todo.
Ella trató de protestar, pero
Paul siguió hablando:
—El doctor Aras me hizo firmar
un documento de confidencialidad. Se están ocupando de que no salga a la luz
nada de lo relacionado contigo ni con Kaulitz. No te preocupes de lo que piense
la gente, casi nadie lo sabe.
—Christa lo sabe.
—Estoy seguro de que le
hicieron firmar el mismo documento. Si te enteras de que hace correr rumores
sobre ti, denúnciala al decano.
—¿Y de qué servirá? Una vez que
empiecen a correr los rumores, no habrá manera de pararlos. Me seguirán hasta
Harvard.
—Se supone que los profesores
no pueden aprovecharse de los alumnos. Si te hubieras negado a estar con Kaulitz,
eso te habría podido perjudicar en tu carrera académica. Él es el malo de esta
historia —añadió Paul, indignado—. En tu futuro hay un montón de cosas buenas
para ti. Pronto acabarás aquí e irás a Harvard. Y algún día, cuando estés
lista, encontrarás a alguien que te tratará como te mereces. Alguien digno
de ti. —Le apretó la mano—. Eres dulce y amable. Eres lista y
divertida. Y, cuando te enfadas, te pones muy sexy.
Ella sonrió
con tristeza. Y Paul continuó:
—Aquel día que
te enfrentaste a Kaulitz en el seminario... Fue un desastre, pero pagaría por
volver a verlo. Eres la única persona que se ha atrevido a plantarle cara,
aparte de Christa, que está loca, y de la profesora Dolor, que es retorcida.
Aunque reconozco que en ese momento me asusté al pensar en las consecuencias,
le echaste agallas. Fue impresionante.
—Perdí del
todo los nervios. No estaba en mi mejor momento, precisamente.
—Tal vez no.
Pero me demostraste algo. Y le demostraste algo a Kaulitz. Que, cuando quieres,
eres una tipa dura. Tienes que dejar que esa ____ salga más a menudo. Sin
pasarte, claro.
Sonreía, pero
se lo notaba impresionado. Aunque el tono era de broma, estaba hablando en
serio.
—Trato de no
dejarme arrastrar por la furia, pero te aseguro que está ahí —replicó ella en
voz baja pero firme.
Mientras
tomaban café, ____ le contó una versión reducida y editada de su relación con Tom.
Le habló de su invitación a acompañarlo a Italia; de cómo la salvó de Simon en
Acción de Gracias y de que había pagado la operación para quitarle la cicatriz
del mordisco. Mientras la escuchaba, él iba abriendo los ojos, asombrado.
____ siempre
se había sentido cómoda hablando con Paul. No era tan intenso como Tom, por
supuesto, ni tenía cambios de carácter tan bruscos, pero era un buen amigo y
sabía escuchar. Incluso cuando la reñía por haber elegido a Soraya Harandi como
abogada.
Aunque cuando
ella le dijo que la había elegido Tom, el foco de su enfado cambió.
—Voy a hacerte
una pregunta personal. Si no quieres responder, no pasa nada. —Paul miró a su
alrededor para asegurarse de que nadie los oía.
—¿Qué quieres
saber?
—¿La profesora
Singer sigue viéndose con Tom? ¿Os reunisteis alguna vez con ella mientras duró
vuestra relación?
—¡No! Claro
que no. Él trataba de mantenerme lejos de ella en todo momento, incluso la
noche que cenamos en el Segovia.
Paul negó con
la cabeza.
—No entiendo
cómo no me di cuenta de que estabais juntos.
—Sé que no
tienes buena opinión de él, pero no lo conoces. Me contó que su relación con la
profesora Singer había sido muy breve y que había acabado hacía ya tiempo. Y
antes de que lo digas, no, no creo que me estuviera mintiendo.
Paul se frotó
la barbilla.
—Ya sabes que
denuncié a la profesora Dolor el año pasado. Soraya Harandi la defendió. Me
apunté a su seminario sobre tortura medieval pensando que trataría temas
relacionados con mi tesis y desde el primer día me acosó. Al principio no le di
importancia, pero luego recibí un correo electrónico suyo muy extraño. Aunque
se aseguró de que el redactado fuera ambiguo, hasta un ciego se habría dado
cuenta de que me estaba haciendo proposiciones. Por eso la demandé.
»Por
desgracia, Soraya Harandi hizo un gran trabajo y convenció a los miembros del
comité de que yo había malinterpretado sus palabras y de que había dejado
correr la imaginación. Era mi palabra contra la suya.
»La única
persona que se puso de mi lado fue la profesora Chakravartty, que aportó
correos electrónicos que Singer había enviado a otras personas, argumentando
que siempre seguía el mismo patrón de conducta. Pero el
doctor Aras me hizo salir de la sala en cuanto se mencionaron los correos, así
que no sé a quién iban dirigidos. La profesora Dolor se libró con sólo una
advertencia y la orden de mantenerse alejada de mí. Nunca volvió a molestarme,
pero siempre he querido saber a quién más había acosado. Espero que Kaulitz te
mantuviera a salvo de ella.
—Lo hizo. No
tuve ningún contacto con ella, ni él tampoco. Siento mucho que tuvieras que
pasar por esa experiencia.
Paul se
encogió de hombros.
—Me molesta
que no recibiera ningún castigo y que pueda seguir campando a sus anchas. Para
eso se crearon las normas de no confraternización, para proteger a los
estudiantes y sus carreras académicas.
Durante unos
momentos, ambos guardaron silencio, bebiendo café.
—Siento mucho
haberte mentido —dijo ella, con ojos llorosos.
Él bajó la
cabeza y suspiró.
—Supongo que
yo habría hecho lo mismo —admitió, apretándole la mano una vez más.
Al volver a
casa, ____ estaba mucho más animada. No se encontraba bien, aún se sentía rota
por dentro, pero eso era normal. ¿Cómo sentirse entera cuando tu otra mitad te
ha rechazado?
Tras un fin de
semana productivo, durante el que adelantó mucho el proyecto, reunió fuerzas
para llamar a Nicole. La psicóloga le había dejado varios mensajes,
preguntándole por qué había dejado de acudir a terapia tan bruscamente y sin
avisar. Cuando ____ habló con ella y le contó tímidamente que era Tom quien
pagaba las sesiones y que no le parecía bien seguir yendo, ahora que ya no
estaban juntos, Nicole respondió que él había avisado de que seguiría pagando
las sesiones de _____ indefinidamente.
Ambas mujeres
llegaron a la conclusión de que no estaría bien permitir que Tom siguiera
pagando las facturas, sobre todo en esos momentos, cuando se había convertido
en la principal razón de que ella necesitara terapia. Así que Nicole le
devolvió el dinero a Tom sin más explicaciones y se puso de acuerdo con ____ en
establecer unas nuevas tarifas, adecuadas al poder adquisitivo de ésta.
Dicho de otro
modo, ____ seguiría acudiendo a terapia a cambio de pagar una tarifa ridícula.
Nicole estaba
encantada con el acuerdo. No quería dejar a una estudiante sin recursos en la
estacada.
Dos semanas
después de la desaparición de Tom, ____ y ella hablaron de la ruptura, del
dolor que estaba sintiendo y de cómo había decidido enfrentarse a ese dolor.
Nicole la animó a centrarse en las cosas buenas que le ofrecía la vida y, sobre
todo, a dedicar todos sus esfuerzos al proyecto.
A ____ le
parecieron consejos muy razonables.
Esa noche,
después de haber avanzado un poco más en el proyecto, se acostó y se durmió en
seguida. Al cabo de un rato, notó que alguien se acostaba a su lado y la
abrazaba, envolviéndola con su calor. Una nariz familiar le acarició el cuello
y notó un suave aliento en el hombro.
—¿Tom?
Él respondió
con un murmullo ininteligible.
—Te he echado
tanto de menos —dijo ella, mientras las lágrimas le rodaban por las mejillas.
En silencio,
él se las secó y empezó a besarle la cara una y otra vez.
—Sé que me amaste. —Relajándose, apoyó la espalda contra su
pecho—. Lo que no entiendo es que no me amaras lo suficiente como para quedarte
conmigo.
Las manos que
la abrazaban se fueron aflojando hasta dejarla sola en su cama fría.
_____ pasó
parte de la mañana siguiente mirando por la ventana, tratando de comprender el
extraño sueño que había tenido la noche anterior. Tom había regresado a su
lado, pero seguía sin decirle nada. No le había dado explicaciones de sus actos
ni le había pedido disculpas. Sólo había ido a buscarla y la había abrazado.
Ella había
encontrado consuelo acurrucándose contra su cuerpo. Había suspirado de alivio y
su subconsciente había sido incapaz de rechazarlo.
«En realidad
no fue un sueño —pensó luego—. Sólo una pesadilla distinta.»
Tras un
desayuno ligero, revisó el correo electrónico en su iPhone. Entre los correos
recibidos había uno de Rachel:
*¡Hola, ____!
¿Qué pasa con Tom? No contesta al teléfono. He probado a llamarlo al fijo, pero
tampoco. Supongo que seguís de luna de miel, pero dile que responda las
llamadas de vez en cuando.
He elegido ya
los vestidos para las damas de honor. Son de un rojo oscuro e intenso que te
favorecerá mucho. Te enviaré un link para que veas las fotos y me des tu
opinión. También necesitaré tus medidas para encargarlo.
Por cierto,
por fin he conocido a la novia de Scott. Su hijo, Quinn, es un encanto.
Te quiero,
Rachel *
El primer
impulso de ____ fue cerrar el correo e ignorar el mensaje. Eso fue lo que hizo
cuando Simon y Natalie la humillaron. Pero como la psicóloga le había dicho,
esa vez tenía que cambiar de actitud y afrontar las cosas de otro modo. Tenía
que ser más valiente. Respirando hondo, empezó a escribir:
*Rachel, estoy
segura de que los vestidos serán preciosos. Te enviaré las medidas pronto. Me
alegro de que hayas conocido a la novia de Scott. Tengo ganas de conocerlos a
los dos, a ella y a su hijo.
Hace días que
no hablo con Tom. No sé dónde está. Se marchó. Me ha dejado. ___.
Un minuto y
cuarenta y cinco segundos más tarde, el iPhone de ____ sonó, indicando que
Rachel la estaba llamando. Por desgracia, el valor la abandonó en ese mismo
instante y no fue capaz de responder. Poco después, le llegó un SMS:
*Lo mataré. R.
CAP 30
Tom caminaba entre los árboles
del bosque oscuro y brumoso que se extendía detrás de la que había sido la casa
de los Clark. Llevaba una linterna, pero no la necesitaba. Conocía tan bien
aquel bosque, que aunque hubiera estado borracho o colocado, no se habría
perdido. Se le daba bien caminar en la oscuridad.
Se detuvo un momento, dejando
que la lluvia helada lo empapara. Si entornaba los ojos, casi podía ver la
silueta de una adolescente reposando recostada en el pecho de un hombre, ambos
cubiertos por una vieja manta de lana. Tenía el pelo suelto, que le llegaba
hasta los hombros, y lo abrazaba a él por la cintura. Aunque no se distinguía
la cara del hombre, no era difícil darse cuenta de que estaba enamorado del
ángel de ojos castaños que descansaba entre sus brazos.
Inmóvil en la oscuridad, Tom
oía el eco de lo que eran mitad recuerdos, mitad ensoñaciones.
«—¿Tienes que irte?
»—Sí, pero no esta noche.
»—¿Volverás?
»—Mañana seré expulsado del
Paraíso, Beatriz. Nuestra única esperanza es que tú me encuentres luego.
Búscame en el Infierno.»
Tom no había previsto volver al
huerto de manzanos sin ella. Tampoco había planeado dejarla. Sabía que le había
roto el corazón. Pero aunque estaba atormentado por la culpabilidad y el
arrepentimiento, sabía que en las mismas circunstancias, volvería a hacer lo
mismo.
_____ había renunciado a
demasiadas cosas para estar con él. No pensaba consentir que renunciara también
a su futuro.
Más tarde, Tom se estaba
secando el pelo con una toalla en su antiguo dormitorio, mientras manejaba los
mandos del equipo de música. Quería escuchar música para sufrir, por lo que se
había puesto Blood of Eden, de Peter Gabriel. A mitad del estribillo,
sonó el teléfono. Se había olvidado de pedirle a Richard que lo diera de baja
cuando éste se mudó a Filadelfia, después de que él le comprara la casa.
Sin responder, se puso a
recorrer la habitación de un lado a otro. Cuando el teléfono dejó de sonar, se
tumbó en la cama, mirando al techo. Sabía que era su imaginación gastándole
malas pasadas, pero habría jurado que podía oler el aroma de _____ en la
almohada y que oía su respiración acompasada. Jugueteando con el anillo de
platino que llevaba en el dedo, recordó los versos de La Vita Nuova, en
los que Dante describe el rechazo de Beatriz.
Por culpa de estos rumores
falsos y maliciosos que me acusaban de todo tipo de vicios, Ella, la reina de la bondad, la que
alejaba el mal con su sola presencia, al ver que me acercaba me negó su
dulce saludo, que era mi única bendición.
Tom sabía que
no tenía derecho a comparar su situación con la de Dante, ya que su desdicha
era el resultado de sus propias decisiones. Sin embargo, mientras la oscuridadse cerraba sobre él, lo asaltó el miedo a haber
perdido su bendición. Para siempre.
CAP 31
—¡Será hijo de puta! —gritó
John Mitchell al auricular. ____ tuvo que colocarse el iPhone a distancia para
no quedarse sorda—. ¿Desde cuándo?
—Bueno, desde marzo. —Sorbió
por la nariz—. Me lo confirmó por correo electrónico.
—¡Menudo cabrón! ¿Qué motivos
te dio?
—No me dio ningún motivo. —____
no se sentía con fuerzas para contarle a su padre la cadena de acontecimientos
que habían llevado a su ruptura con Tom. Además, sabía que cualquier sospecha
de fraude académico haría que el hombre se enfureciera.
—Le pegaré un tiro.
—Papá, por favor.
La conversación ya era bastante
dura, sin tener que preocuparse además por si su padre cumplía sus amenazas y
perseguía a Tom por los bosques de Selinsgrove para dispararle en el culo.
John respiró hondo.
—¿Dónde está ahora?
—No lo sé.
—Odio decirte esto, ____,
porque sé que lo querías, pero Tom es un cocainómano. Y ese tipo de adicciones
son difíciles de superar. Puede que haya vuelto a consumir. O que se haya
metido en líos con su camello. Las drogas son un asunto muy sucio. Me alegro de
que se haya ido. Cuanto más lejos estés de él, mejor.
Al oír a su padre, ____ no se
echó a llorar, pero el corazón se le encogió.
—Por favor, papá, no digas eso.
Prefiero pensar que está en Italia, trabajando en su nuevo libro.
—En una granja de
desintoxicación, más bien.
—Por favor.
—Lo siento. De verdad. Sólo
quiero que mi niña encuentre a un buen hombre y que sea feliz.
—Yo quiero lo mismo para ti.
—Vaya par estamos hechos. —John
carraspeó y decidió que era un buen momento para cambiar de tema—. ¿Qué tal la
universidad? He conseguido algo de dinero por la venta de la casa y me gustaría
ir a verte. También me gustaría que habláramos del verano que viene. Tienes que
venir a conocer tu nueva habitación. Puedes pintarla del color que quieras.
¡Píntala de rosa si eso te gusta!
____ sonrió.
—Ya hace años que no me apetece
dormir en una habitación rosa, pero gracias, papá.
Aunque Selinsgrove era el lugar
del mundo al que menos le apetecía ir en ese momento, al menos tenía un padre y
una casa nueva que la esperaban. Una casa sin recuerdos de su madre ni de
Simon. Ni de Tom.
Hola!!! bueno aqui estan 3 capitulos!! lo se ...amenme :3 bueno como se podran dar cuenta, son tres porque estan muy cortos, les aviso que ya pronto acabara el segundo libro ... no ahorita asi que no se preocupen pero si faltan como 20 caps mas ... y empiezo el tercero y ultimo libro!! bueno sin mas que decir me despido, ya ven .. ya salio Tom, el papa insultandolo y Rachel ... bueno adios y que esten bien 4 o mas y agrego sino no ... adios :)) se me olvidaba, escuchen la cancion Half a Heart de one direction y lean la traduccion, esa cancion es de Tom para ___ y sufran con el ... ahora si adios :)) les dejo el link para que la escuchen y lean la traduccion:
http://www.youtube.com/watch?v=8vzJbSRiet4
http://www.youtube.com/watch?v=8vzJbSRiet4
Pobre (tn) :( ..
ResponderBorrarDonde esta Yom?? Quiero leer de él..
Pero no pueden estar juntos cuando (tn) valla a Harvard??
Ayy muero de la angustiaa..
Esta buenizimaaa.. Subeeee.
Escuchare la cancion mañana, ya q eestoy desde mi cel y hare bulla.. No encuentro mis audifonos :/
Ayyyyyyy que mal que mal todo, como vea el papá de ______ a tom fijo que le pega un tiro....
ResponderBorrarSubeeeee
S U B E E E
ResponderBorrarSUUUUUUUUUUUUUBEEE
ResponderBorrar:O (Tn) le dijo a su papa q la relación de ella con Tom se termino q mal y el quiere matarlo se entiende, oye y cuando (Tn) se vaya a Harvard q pasara con Tom estoy muy intrigada virgiii, hay ya me lo suponía q dentro de poco se va acabar esta historia y vendrá el tercer libro y espero q ellos queden juntos pero un momento q hará Paul conquistara a (Tn)?? no creo quisiera saber eso virgiii sube pronto me encantooooo!!!!
ResponderBorrarquiero saber mas de tom que pensara el omg ...pobre de tom cuando el papa de (tn) lo encuentre :O aahhaha ... me encanta *-* espero que subas pronto
ResponderBorrar